Muerte del autor como autoridad  

Publicado por Pablo

A finales de los años 60s, sale a la luz, una obra que representa un gran cambio de la noción que del concepto autor había entonces. La obra es “La muerte del autor” de Roland Barthes.
Actualmente, la herramienta del hipertexto ha acabado de enterrar a esa figura del autor que era la autoridad suprema sobre la obra, y su clave de inteligibilidad, dejando al lector la única y pasiva tarea de interpretar lo que (el autor) había querido decir, es decir de decodificar el texto.
Por esto la muerte del autor no llegó sola, junto a ella venía el nacimiento del lector.
Al morir el autor, el lector se ve por fin libre de interpretar en lugar de decodificar, “recupera” su voz, así, el “significado” del texto (realmente la palabra correcta seria obra, pero por el contexto y los fines del escrito hablaré sólo del texto) no es el que le “da” el autor y que depende únicamente de él, sino que se da o realiza en cada lectura. En lugar de ser lo que quiere decir el autor, es lo que el lector “escucha”. Se pierde la “objetividad”, la “verdad absoluta” (y obviamente única), para dar paso a la infinidad de posibilidades, a la subjetividad.
En este contexto, el hipertexto viene a ser una herramienta que no sólo le da al lector la posibilidad de interpretación, sino que le pone a la mano muchas más posibilidades para acercarse al texto, permitiéndole navegar en él en muchas direcciones, no sólo de manera lineal, e incluso, le da las herramientas para salir del texto pasando a otro, con un solo click.
Pero además de esto, la tecnología actual permite al “lector” tener una voz pública, ya no sólo una voz para sí. Ahora puede comentar el texto, e incluso intervenirlo, haciendo de la obra algo en constante e infinito proceso de formación, donde puede participar muchísima gente (recordemos que es una “herramienta masiva”) igualando los derechos del “autor” y el de el “lector”, mismos que se llegan a confundir.

¿Por qué es importante el hipertexto?  

Publicado por eclipmoonRT

Antes de comenzar a analizar la importancia que tiene el hipertexto, debemos conocer ¿qué es?, el hipertexto es un texto que no se presenta de forma lineal al lector, sino que esta unido con otro texto semejante o del mismo interés.

Algunos conceptos que el hipertexto utiliza son: los nexos, los nodos, la trama y el trayecto, que nos permiten ir pasando de un texto a otro a través de los hipervínculos que existan en el texto.

Es por esto que el hipertexto nos abre un nuevo camino desconocido y lleno de posibilidades.

Anteriormente la lectura y la escritura se transmitían de manera jerárquica y lineal, pero ahora el hipertexto nos proporciona una nueva manera de transmitir o de experimentar la lectura y la escritura.

Pero no solo eso ya que nos permite acceder a varios documentos al mismo tiempo sin alejarnos demasiado de nuestro objetivo principal y ampliar nuestros conocimientos.

Y esto es algo que una Biblioteca no nos permitiría, al menos no con la rapidez con la que funciona el hipertexto, ya que en estos lugares es necesario, primero escoger, entre un gran numero de ejemplares, el texto que nos proporcione la información que necesitamos. Segundo tenemos que leer textos completos, en el hipertexto solo leemos la parte del texto que esta relacionado con nuestro tema de interés, lo cual nos retraza en la búsqueda de información, pero el hipertexto nos facilita la navegación por el amplio mundo de la información.

Sin embargo el hipertexto abre las posibilidades de interactuar, ya que el lector deja de ser un simple usuario, porque el lector puede escoger su propio centro de investigación y experiencia, el texto adquiere nuevas dimensiones, la obra única y cerrada se convierte en una obra inestable y abierta.

Por lo tanto el mundo hipertextual es sin limites, flexible, abierto, en constante construcción, con posibilidades de ser ampliado y modificado infinitamente.

Es por esto que me atrevo a decir que la importancia del hipertexto radica en su funcionalidad ya que nos aleja de la lógica lineal de los textos impresos, por una lógica que a través de la simultaneidad y la ínter conectividad podemos buscar y encontrar la información que requerimos, lo cual nos permite construir nuestro propio sistema para adquirir nuevos conocimientos, el cual se logra a fuerza de dirigir la información en diferentes direcciones y de seguir los senderos interminables de la información.

Es decir nos auxilia para el desarrollo de las tareas, en el contexto de la construcción de una práctica compleja de educación.

Las fuentes, los recursos, las unidades y los sistemas de información dentro del proceso de investigación pedagógica (un texto del semestre anterior)  

Publicado por Calmécac

Mi primer contacto con la biblioteca no fue precisamente ese plausible hábito de la lectura o el visualizarla como una “institución que colecciona fuentes primarias y secundarias con el propósito de conservar, transmitir y difundir el conocimiento”[1]; recuerdo que en la escuela secundaria la “biblioteca” significaba un refugio de tranquilidad, poco a poco esa diversidad de colores, tamaños y olores fue llamando mi atención y me atrapo uno de esos objetos raros: un libro de Gabriela Mistral.

El plasmar mis inicios con las diferentes fuentes tiene un fin, quizá no se logre visualizar, pero apela a una cuestión profunda que ocurre en nuestra sociedad mexicana: la falta de una cultura hacia la lectura; nuestra gente no está acostumbrada a leer y si a caso se efectúa ésta, generalmente es producto de la acción conductista de la escuela. Cuando se tiene la oportunidad de viajar al extranjero –no cabe duda que los viajes ilustran­­– se da uno cuenta que incluso en lugares no completamente idóneos como el transporte público las personas leen. Por lo que a mi manera de ver, si el objetivo de nuestra estancia en la universidad es aprender, el primer obstáculo que nosotros los universitarios debemos de romper es, precisamente, la desidia constante hacia la lectura.

Parte de los contenidos de esta asignatura los lleve en “metodología de la investigación” en la educación media superior, pero a decir verdad, no crearon el impacto que en la actualidad tienen para mi los sistemas de información. Al pasar los años y entrar a la Universidad tuve experiencias buenas y malas, aprendí a utilizar los catálogos, la clasificación, ubicación del acervo bibliográfico y hemerográfico así como el mal sabor que deja a veces la limitación de una estantería cerrada o bien cuando uno tiene que egresar una revista ya que es volumen único y otro usuario la necesitaba.

Dos aspectos son importantes de incluir en este párrafo, el primero es el aprender a manejar las fuentes de información, creo que este ejercicio debe iniciarse en etapas tempranas de la vida académica, de esta forma coadyuvara ­–con otros elementos– a la incorporación de lectores más jóvenes. El segundo se refiere a las bibliotecas y hemerotecas en nuestro país, todos sabemos que son insuficientes y más aún especializadas, no se planea bajo una estrategia integral de educación sino que obedece a otros intereses que nada tienen que ver con ella –es necesario evocar para tal explicación al edificio que se construyó el sexenio pasado y que con toda la “tecnología” no ha podido abrir sus puertas–.

Por otra parte, una de las funciones esenciales de la Universidad es la producción de conocimiento, y el medio más poderoso con que cuenta para realizarla es la investigación científica.[2] Si bien las fuentes de información no es el único pilar del conocimiento, es indudable el papel que juega en la creación de él.

Hace poco me llegó un protocolo de investigación para que diera mi opinión acerca de él, el objetivo del estudio era medir los efectos en la salud bucal de varios elementos tóxicos contenidos en el agua potable de cierta comunidad. Para mi sorpresa las referencias fueron obtenidas de la internet –lo que me indica por lo menos un manejo de alguna fuente de información– sin embargo al leer el documento, su contenido era inadecuado, más allá de mostrarme las bases científicas sobre las cuales descansaría el estudio se mostró recortes de periódicos con títulos como: “Nadie se salva del agua envenenada con metales y heces en…” y “Admite Conagua: hay plomo y arsénico en…”. En alguna otra ocasión deje a los alumnos una tarea sobre el tratamiento de la gingivitis –inflamación de las encías– fue increíble la cantidad y la diversidad de documentos que me entregaron, la mayoría de ellos procedían de la internet, la información partía desde remedios caseros como: cepillarse los dientes con tomillo en polvo, buches con tintura de própolis, frotarse las encías con cebolla hasta el tratamiento más sofisticado disponible.

No recuerdo quién describió a la Internet como “un gran basurero donde a veces se encuentra alguna joya", el problema es que, si no se cuenta con una formación adecuada es común llevarse la basura; en el marco de la globalización que experimentamos en los sistemas de información y el uso y abuso de las nuevas tecnologías disponibles es importante que un usuario pueda recuperar documentos relevantes para su actividad, más aún si esta implica la investigación.[3]

Creo que en la medida que aprendamos el manejo de la información podremos aplicar mejor nuestros conocimientos y ¿por qué no? hacer investigación.



[1] Garza, Mercado, Ario. "Los sistemas de información", en Manual de técnicas de investigación para estudiantes de ciencias sociales. 6ª ed. México, El Colegio de México, 2002. Págs. 85-99.
[2] Aréchiga, Hugo U. “Universidad y producción de conocimientos”, en Universidad y Conocimiento. México, Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco, 1993 p. 33.
[3] Enciso, Berta. "Los derroteros de la información: la biblioteca en el contexto social", "Bibliotecas: sistemas de información y comunicación social", en La biblioteca: la bibliosistemática e información. 2ª ed. México, El Colegio de México, 1997. Págs. 85-99. Disponible en: http://www.cervantesvirtual.com

Pedagogía Calmécac

Es una bitácora diseñada como parte de un proyecto de la asignatura de Técnicas Bibliográficas, Hemerográficas y Documentales II de la carrera de Pedagogía del Sistema Universidad Abierta de la UNAM

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